August se lamentaba entre gruñidos y sobrecalentando todo a su alrededor. Esta vez un elefante de tinta sudaba la misma tinta a chorros mientras mas se avanzaba de manera arrolladora contra el joven.
AUGUST: ¡¡Me tienes harto!!
????: Retírate August, yo me encargo.
CELLOH: ¿Uh... los refuerzos?
AUGUST: ¡NO! ¡¡Es mía Ener!! ¡Lárgate tú!
El calor alrededor de August se incrementó convirtiendo al elefante en un mero charco de tinta al instante, con el que sonrío a Ener con chulería. Pero la tinta seguía regurgitando y arañas de tinta corrían ahora hacia August que había bajado la guardia.
ENER: ¡Estúpido!
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Un chasquido de dedos provocó una ráfaga de viento helado que hizo que las arañas se congelasen al instante, incluso las piernas de August que no se lo esperaba y ya tenía alguna de ellas trepándole por las extremidades. Una mirada hacia Celloh y un segundo chasquido convirtió la pluma con la que ella dibujaba en una cubierta de hielo. Ya no podría dibujar si la tinta estaba congelada.
Ener se limpiaba las gafas que se le habían empañado.
ENER: Fin del combate.
CELLOH: En lo mas divertido... eres el aguafiestas de siempre.
ENER: ¿Uhm...? ¿Me conoce?
CELLOH: Estuve unos días en el Refugio antes de que Raskayú me propusiese irme. Ya erais conocidos por aquel entonces y veo que la fuerza no es en vano.
ENER: Yo esperaba más resistencia por su parte. Le ha amputado un brazo a August, a uno de los cuatro Generales, pero ha debido de ser suerte.
AUGUST: Solo ha sido porque tenía su habilidad a favor de la mía y te metiste por medio, hubiera derretido a esta panoli si me hubieses dejado jugar mas tiempo con ella.
Las piernas de August brillaron derritiendo el hielo en sus piernas y recogiendo su brazo del suelo se fue dentro del castillo, ofendido.
ENER: Estaría muerta, pero hay asuntos que me pertuban. ¿Qué sabe de esos aullidos?
CELLOH: Oh... Es uno de mis compañeros, un Zoopper. Está fuera de control.
ENER: ¿Quiere decir que ni ustedes pueden controlarlo?
CELLOH: Quizás si podemos, pero no queremos. Quizás salgamos perjudicados si le paramos y no nos molesta las locuras que haga en estos momentos.
ENER: No me sorprende tan poco compañerismo. Bien, siguiente pregunta ¿que ha venido a hacer aquí?
CELLOH: Preguntas demasiado, y eso son temas que no te incumben.
ENER: Si mantiene un pie en este edificio me incumbe, siempre, señorita.
CELLOH: Deberías preocuparte mas por el chico que salió antes. Ya es de noche y no ha vuelto, estará perdido por el bosque.
ENER: ¿Piensa que voy a caer en una trampa semejante? Es evidente que solo desea que me retire para dejar el camino libre.
CELLOH: Entonces el chico puede morir.
ENER: No hay ningún chico fuera, he ordenado toque de queda y...
CELLOH: Si que lo hay, ¿no escuchaste los disparos junto a los aullidos?
Esa afirmación descolocó a Ener. Es cierto que sonaron disparos, pero pensó que los había imaginado. Pero era una trampa, lo intuía. Si la creía podría escapar. Si no el chico podría morir. También pensó en adentrarse al bosque y usarla como rehén, pero quizás era una trampa para ser emboscado.
ENER: Ya resolveré ese tema mas tarde. ¡¡PARED DE HIELO!!
De sus manos, ventiscas de hielo salieron y cubrieron a Celloh que fue envuelta en hielo congelandose en una pared quedando inmóvil.
ENER: Sin embargo de una celda no te libras, como quien quiera que sea del Sindicato y venga aquí.
FIN DEL CAPITULO 11
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