lunes, 3 de febrero de 2014

CAPÍTULO 5 - Aullidos en la noche

Ya hacía tiempo que Celloh no visitaba aquel lugar: El Refugio. Se plantó frente a la muralla medio derruida que daba la bienvenida a una especie de viejo cuartel. Las luces se centraban sobre todo en el primer piso, donde el ruido se acentuaba. Adivinó que estaban de fiesta, como bien sabía que acontecían en aquel lugar. Pero antes de entrar, su teléfono móvil resonó en su bolso, con la forma de calavera que se abría por la zona de la sien.

- ¿Ya has llegado?- preguntó una voz que reconoció como la de Raskayú- será mejor que pases allí la noche, Klaus ha escapado y es posible que esté por la zona.
- Maldita sea, ¿no estaba bien atado y enjaulado?
- Así es pero viene de perlas, te asegurarás entrar en el Refugio si les comentas sobre Klaus.

No pudo replicar, Raskayú ya había finalizado su conversación y había colgado. Guardó su aparato y miró la puerta que tenía que cruzar. Sin embargo, alguien ya la había detectado y le apuntaba de cerca con una beretta automática blanca.

http://www.youtube.com/watch?v=FUL8twIpT1U

- Ni un paso más, señorita.- Saludó Arlek sin parpadear.
- No traigo malas intenciones.- dijo ella- Tengo asuntos pendientes con el refugio, ¿puedo pasar?
- No, no puedes.
- ¿Porqué?
- Este lugar es para gente con poderes, pacifico y tranquilo.
- Ah, pero yo tengo poderes ¿tengo que enseñártelos?
- ...

Arlek no sabía como tomarse esa pregunta, le parecía una visita algo hostil a las horas que eran. La miró en silencio y vio como ella con tranquilidad sacaba un bloc y un bolígrafo de su bolso. Instintivamente quitó el seguro de su arma pensando que ella sacaría otra arma, pero no fue así. La muchacha se puso a dibujar con una sonrisa con rápidos trazos y soltura.

- ¿Que quieres que dibuje? ¡Ah, ya está!- decía mientras realizaba mas trazos - Ya verás que guay.

Al joven le inquietaba lo que estaba pasando en el lienzo, pero no iba a cambiar su posición, pensaba que podría ser una trampa y permaneció inmóvil mirandola de arriba a abajo.

- Mira, ¡un ratoncito! - Ella sujetó el boli con lo labios e introdujo su brazo en el papel como si fuera una ventana. Al contraerla, tenía en su mano un pequeño roedor tridimensional pero construido por tinta solidificada. El dibujo había cobrado vida. Lo soltó y el animal empezó a correr hacia él.

¡¡PAM-PAM-PAM-PAM-PAM-PAM-PAM!!

Pero al llegar a un metro de distancia a él no dudó en dispararle destrozando a la criatura a balazos y convirtiéndola en un charco de tinta.

- Jooo... ¿porque hiciste eso? - preguntó Celloh algo triste- no te vuelvo a dibujar nada nunca.
- He oído hablar de tu poder, ¿trabajas para el Sindicato, no?
- Vaya, ¡si que tengo fans después de todo! ¿Quieres que te firme un autógrafo?
- No quiero nada que cobre vida y pueda matarme, gracias.
- Jo, si que eres borde.- protestó la muchacha.

El viento arrastró entonces un aullido en la distancia. Celloh recordó la llamada de hace un momento.

- Oye, es peligroso quedarse aquí, ¿podríamos entrar?
- Me vas a decir que hay un lobo muy peligroso allí afuera ¿verdad?
- ¡Sí! ¡¿Como lo sabes?!- se sorprendió ella.
- ...

La evidencia de su actuación no parecía impresionar a Arlek, que volvía a apuntarla de nuevo. Un nuevo aullido rompió otra vez el silencio, esa segunda vez se oía mas cercano.

- ¡Lo has atraído con tus disparos!
- No me da miedo un perrito.- Arlek alzó su beretta y disparo hacia el cielo causando un gran alboroto descargando todo su cargador.- ¿Ves?
- Estás loco, no es un lobo cualquiera...-  dijo ella poniéndose cada vez mas nerviosa.
- Me haré una chaqueta con su piel- dijo él sonriendo y cambiando el cargador.

Sin añadir más salió corriendo por donde ella había venido y la dejó atónita mientras miraba como se adentraba al bosque y se perdía en la espesura.